En muchos trabajos la gente tiene que pasar la mitad del día o el día entero sentado delante de un ordenador, por ello es de suma importancia para nuestra salud utilizar una silla de oficina ergonómica, cómoda y en la que podamos permanecer sentados durante horas sin molestias. Utilizar una silla de calidad para trabajar o estudiar influye en nuestra capacidad para mantener la concentración y terminar la jornada con menos cansancio y sin dolores. Por ello el primero de los factores que debemos tener en cuenta es su calidad y su diseño, para lo cual influyen muchos factores que detallaremos en este artículo.
El diseño de las sillas de oficina también es importante. Mientras que las sillas para gamers suelen tener diseños sofisticados y colores llamativos, las sillas de oficina para alguien que trabaja de cara al público deben tener un diseño más formal, ideado para ofrecer una imagen de seriedad.
Aunque se haya mejorado mucho la ergonomía de las sillas de oficina, los problemas musculoesqueléticos siguen estando vigentes en gran parte de la sociedad activa. Es por ello que conviene no escatimar a la hora de invertir en una silla que nos permita trabajar horas y horas con el mínimo desgaste físico. A este respecto, podéis leer nuestro artículo de cómo sentarse correctamente en una silla de escritorio.
Consejos a la hora de comprar una silla de oficina
Aquí ofrecemos algunos consejos a tener en cuenta a la hora de elegir tu silla.
Adaptabilidad
Como no todos somos iguales en tamaño y complexión, lo más importante es que la silla sea adaptable, es decir que permita elevar el asiento -para poder tener el cuerpo y las piernas a una altura adecuada- y el grado de inclinación del respaldo. Algunas sillas también permiten adaptar la altura de los posabrazos.
Apoyabrazos. ¿Sí o no?
El hecho de que tenga o no apoyabrazos también es importante. De hecho, no siempre ni para todas las personas, el hecho de que su silla tenga apoyabrazos es una ventaja. Los apoyabrazos aportan comodidad y serían casi imprescindibles para un puesto de atención al cliente. Sin embargo, reducen la movilidad, requieren un poco más de espacio y es posible que no permitan acercarse lo suficinete a la mesa de escritorio para trabajar cómodamente. Si no estás seguro/a de la conveniencia de comprar una silla de escritorio con o sin posabrazos, siempre puedes comprar una que permita anclarlos y desanclarlos con facilidad, y probar de las dos maneras para decidir con qué opción te quedas.
Respaldo ergonómico
Generalmente, lo más cómodo es un respaldo que cubra la espalda y nuca. Elige siempre una silla con respaldo ergonómico, es decir, adaptado a la forma de la espalda. Que incluyan algún tipo de almohadilla en la parte de la cabeza y tengan tejido transpirable también es un plus que aporta comodidad, así como que se pueda inclinar para adaptarlo a nuestra postura más cómoda. Muchas sillas vienen también con respaldo lumbar, que reduce la presión que ejercemos sobre las lumbares al estar sentados, algo que también puede mejorar el confort si tenemos que permanecer sentados durante largos períodos.
Acolchado
La anchura del acolchado también es significativa. Estar sentado durante horas en una silla con un acolchado escaso puede ser muy molesto. Las sillas de escritorio antiguas solían tener muy poco acolchado, por lo que no son muy recomendables para trabajar, pero por suerte las sillas actuales han mejorado mucho en este aspecto.
Las ruedas
Las ruedas son otro elemento imprescindible para poder trabajar de forma cómoda y para no tener que levantar o arrastrar la silla cada vez que necesites moverte. Es importante que sean ruedas de calidad para que no se atasquen cuando quieras mover la silla.
Cojín lumbar. ¿Sí o no?
Otro de los elementos que traen muchas sillas modernas (o que puedes incorporar a tu silla) es el cojín lumbar. Si el asiento de la silla es de la medida de tus piernas y bien sentado tu zona lumbar se apoya en el respaldo, no lo vemos necesario. En caso de que quede espacio entre tu parte baja de la espalda y el respaldo, en principio sí sería conveniente un cojín o respaldo lumbar.
Materiales resistentes y transpirables
Y este punto ya depende de la calidad en general de diseño y materiales de la silla. Para poder movernos con facilidad, es necesario que la silla esté fabricada con materiales ligeros y resistentes, sobre todo si la persona que la va a usar tiene un peso elevado. Una buena silla necesita bascular mucho, ya que hábitos como inclinarse hacia un lado o cargar más peso en un lado del asiento, en una silla de mala calidad puede hacer que a la larga la silla se incline y con ella nuestra espalda. Es por ello también que si tienes una silla con muchos años o muy gastada, recomendamos comprar una nueva (y de primera mano).
Estética vs funcionalidad
Respecto a los materiales, el cuero sigue siendo un revestimiento muy utilizado en sillas de oficina, y que estéticamente gusta mucho, pero hay que tener en cuenta que en verano, con altas temperaturas, no es el mejor material ya que hace que te pegues y se desgasta con más facilidad que otros materiales. Por ello, como alternativa tienes materiales textiles que aunque estéticamente no sean tan vistosos, son más transpirables.
El tejido
El tejido de una silla de oficina debe ser transpirable, hipoalergénico y que no resbale. Sus materiales no deberían ser ni excesivamente acolchados ni muy rígidos.
En principio, estas serían las principales recomendaciones para elegir una buena silla de oficina, y esperamos que te hayan servido de ayuda. Si tienes cualquier duda al respecto, puedes enviarnos un email a contacto@sillastop.com.